TÍTULO ORIGINAL Up
AÑO 2009
PAÍS Estados Unidos
DIRECTOR Pete Docter, Bob Peterson
PRODUCCIÓN Pixar Animation Studios / Walt Disney Pictures
GUIÓN Bob Peterson, Pete Docter
MÚSICA Michael Giacchino
DURACIÓN 96 min.
INTÉRPRETES (VOCES) Edward Asner, Jordan Nagai, Bob Peterson, Christopher Plummer, Delroy Lind, John Ratzenberger, Jerome Ranft, Teddy Newton
SINOPSIS Carl Fredricksen, un vendedor de globos jubilado es en parte un cascarrabias y en parte un soñador que está listo para vivir una aventura de altos vuelos. Atando miles de globos a su casa, Carl sale volando hacia el mundo perdido de sus sueños de niño. Sin que Carl lo sepa, Russell, un intrépido explorador de 8 años que nunca ha salido más lejos de su jardín, se encuentra en el sitio equivocado a la hora equivocada: ¡En el porche de Carl! Estos dos peculiares compañeros de viaje alcanzan nuevas cumbres y conocen increíbles amigos como Dug, un perro con un collar especial que le permite hablar, y Kevin, el raro pájaro de 4 metros que no vuela. Mientras viven juntos los peligros de la selva, Carl se da cuenta de que a veces las mayores aventuras de la vida no son exactamente como las planeaste.
PREMIOS 2 Oscars 2009: Mejor película de animación, BSO
2 Globos de Oro 2009: Mejor filme de animación, banda sonora
2 Premios BAFTA 2009: Mejor película de animación, banda sonora
VALORACIÓN 9,5 (Clásicos imprescindibles)
El material gráfico de esta película es de sus respectivos propietarios, distribuidora y productora.
Película que comparte título original con la aquí rebautizada Megavixens (1976) de Russ Meyer –una celebración de la voluptuosidad visual de lo esférico por otros medios–, Up incluye, en el primer tramo de su metraje, una virtuosa miniatura: la comprimida historia de amor (dolores y renuncias incluidos) entre el protagonista y esa compañera de viaje que, en apariencia, se fue de este mundo sin ver cumplidos sus sueños.
ResponderEliminarEs, sin duda, un momento excepcional (que el espectador infantil no comprenderá de manera equivalente a la del adulto: tiempo tendrá de volver sobre la escena y desvelar sus sutilezas), pero la película de Pete Docter y Bob Peterson da su do de pecho emocional más adelante: precisamente, cuando ese prólogo encuentra su eco en el desvelamiento del sentido último de la historia, una celebración de la épica cotidiana de toda vida confrontada a esa épica patológica que, por ejemplo, hizo del coronel Kurtz (y del Charles Muntz que aquí funciona como antagonista) lo que hizo. Con esa pirueta, Up logra convencer a los escépticos de algo que para otros siempre ha estado clarísimo: que la animación es un instrumento tan válido como el cine de imagen real para descifrar lo humano.
Más allá de la casa flotante
Y es que Up no es solo técnica portentosa e imaginación plástica en constante tensión: es, ante todo, un gran ejemplo de cine humanista en clave poética, una obra universal y perdurable. Y, sobre todo, un trabajo que no puede ser contenido ni por su tráiler (algo infrecuente en nuestros días), ni por su impactante imagen central de la casa flotante. Up es más de lo que anuncia, porque en ella hay mucho más de lo que se ve. Y lo que se ve ya es glorioso.
Aunque exista la inercia de atribuir todas las bondades de Pixar al talento de John Lasseter, Pete Docter se confirma como el más excéntrico miembro de la compañía, amigo del guiño para conocedores: que el nombre del villano se parezca tanto al de Charles Mintz (que ejerció de puntual villano en la biografía de Walt Disney) no parece casual. Texturas, colores y diseños parecen competir en una escalada hacia el deslumbramiento, pero hay mucha sabiduría de animador aplicada al detalle: los movimientos del esquivo pájaro multicolor o el juego que propicia la justificación racional, aunque no por ello menos delirante, de convocar a un grupo de perros parlanchines son filigranas tan integradas en el conjunto que hay que pararse a respirar unos segundos para valorarlas como lo que realmente son: pura emanación del genio.
Para quien quiera humanidad en la pantalla.
Lo mejor: su variedad de discursos según el público.
Lo peor: que la animación se siga valorando como liga aparte.
(Jordi Costa: Fotogramas)