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miércoles, 1 de diciembre de 2010

Memento



TÍTULO ORIGINAL Memento

AÑO 2000

PAÍS EE.UU.

DIRECTOR Christopher Nolan

PRODUCCIÓN Newmarket / Summit Entertainment

GUIÓN Christopher Nolan (Historia: Jonathan Nolan)

FOTOGRAFÍA Wally Pfister

MÚSICA David Julyan

DURACIÓN 115 min.

INTÉRPRETES Guy Pearce, Carrie-Anne Moss, Joe Pantoliano, Mark Boone Junior, Stephen Tobolowsky, Harriet Sansom Harris, Jorja Fox

SINOPSIS Leonard Selby viste trajes caros de diseño confeccionados a medida, conduce un Jaguar, pero vive en moteles anónimos y baratos pagando todo con gruesos fajos de billetes. Aunque tiene el aspecto de un hombre de negocios de éxito, su único trabajo es conseguir la venganza: castigar al hombre que violó y asesino a su esposa. Al descartar la policía sus sospechas, su vida se convierte en una búsqueda de justicia que se ve acompañada por una extraña e incurable enfermedad que le impide recordar lo que ha hecho hace quince minutos, donde está o hacia dónde va.

PREMIOS Festival de Sundance 2001: Mejor guión
2 premios en el Festival de Toronto 2001: Mejor película, guión

VALORACIÓN 9 (Grandes películas)


El material gráfico de esta película es de sus respectivos propietarios, distribuidora y productora.

1 comentario:

  1. A no ser que el lector padezca la enfermedad del protagonista de "Memento" y sea capaz de olvidar esta crítica tras haberla leído, es mejor que detenga de inmediato su lectura si quiere evitar que se le desvelen algunas peculiaridades de esta audaz, radical y sorpresiva trama. Apúntense, no obstante, este mensaje en la manita: `hay que ver esta película! Y, probablemente, varias veces.Que la memoria es uno de los pilares (si no el pilar) del arte (narrativo o poético) es algo que nadie pone en tela de juicio. En consecuencia, poner en tela de juicio ese pilar (o colocar a lo Tyler Durden -"El Club de la Lucha"-, unas cuantas cargas de dinamita en su mismo centro) supone plantearse, a nivel conceptual, el acto más extremo de terrorismo kamikaze: la destrucción de la propia casa, la aniquilación de la única brújula en tierra incógnita. En el terreno literario, esas tentativas de autoinmolación han sido diversas y sumamente radicales: el Funes borgiano o el Latro wolfiano son las dos caras de esa misma moneda acuñada en nitroglicerina que el británico Christopher Nolan lanza ahora al aire. En su segundo largometraje, Nolan (que había debutado con un thriller hecho de espaldas al brit-noir-cool de Guy Ritchie y sus imitadores), añade un par de saltos mortales a esa agresión contra la memoria practicada por sus referentes literarios: el contexto y la capacidad de infectar al receptor con la enfermedad de su ambiguo héroe. Por un lado, su experimento tiene lugar en los contextos del lenguaje cinematográfico (o sea, una narración incesante, un flujo narrativo que, por lo menos en la sala oscura, nadie puede detener ni alterar) y de la narración policíaca, cuya laberíntica, y codificada, ordenación estructural hacia la revelación de enigmas se ve aquí pervertida por inversión cronológica. Por otro lado, esas estrategias condenan al espectador a sufrir (y a trabajar) tanto como ese personaje, abocado a investigar el asesinato de su esposa con el lastre de una memoria en estado de evaporación permanente.En "Memento", Nolan nos cuenta, con una narrativa fragmentada e invertida, el vía crucis de un Latro de serie negra que utiliza como brújula indagatoria los tatuajes que escribe en su propio cuerpo y los mensajes con los que glosa sus gélidas polaroids. Sutilmente, esa investigación narrada marcha atrás lleva al espectador hacia desvíos muy estimulantes: el retrato de un bosque de manipulaciones y la disección de una culpa que huye hacia delante. Memento es, en suma, una de esas inusuales películas que van varios kilómetros por delante de esos espectadores que, por fin, deberán pagar muy caras sus cabezadas y⁄o escapadas al lavabo.

    Para amantes de los desafíos extremos.

    Lo mejor: la sensación de estar en manos de una inteligencia diabólica.
    Lo peor: que ningún otro cineasta se haga cargo de esas neuronas que Nolan ha despertado de su letargo.

    (Fotogramas)

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