TÍTULO ORIGINAL The Pianist
AÑO 2002
PAÍS Reino Unido
DIRECTOR Roman Polanski
PRODUCCIÓN R.P. Productions / Heritage Films / Studio Babelsberg / Runteam Ltd.
GUIÓN Ronald Harwood (Libro: Wladyslaw Szpilman)
FOTOGRAFÍA Pawel Edelman
MÚSICA Wojciech Kilar
DURACIÓN 148 min.
INTÉRPRETES Adrien Brody, Thomas Kretschmann, Maureen Lipman, Ed Stoppard, Emilia Fox, Frank Finlay, Julia Rayner, Jessica Kate Meyer, Maureen Lipman
SINOPSIS Wladyslaw Szpilman (Adrien Brody) era uno de los pianistas polacos más conocidos, pero cuando estalló la guerra, como tantos otros judíos, Szpilman y su familia fueron desalojados de su apartamento y apiñados junto a miles de personas en el ghetto de Varsovia, donde el pianista se ganó la vida como pudo tocando en los bares en que los que se reunía con colaboradores y traficantes del mercado negro.
PREMIOS 3 Oscar 2002: Mejor director, actor (Adrien Brody), guión adaptado
2 premios BAFTA 2002: Mejor película, premio David Lean a la dirección (Roman Polanski)
Goya 2002: Mejor película europea
Festival de Cannes 2002: Palma de Oro
7 premios César 2002 incluyendo mejor película, actor, director
David de Donatello 2002: Mejor película extranjera
VALORACIÓN 9,5 (Clásicos imprescindibles)
El material gráfico de esta película es de sus respectivos propietarios, distribuidora y productora.
Lejos de la autobiografía autocomplaciente, el exorcismo académico o el historicismo caligráfico, Polanski se ha acercado a su terrible pasado desde la perspectiva del que se ha exiliado de sí mismo. Autoexilio que le permite impregnar cada uno de los planos de "El pianista" con la distancia antisentimental que exigía contar la historia de este fragmento del Holocausto, protagonizado por un antihéroe tan polanskiano como la Carol de "Repulsión" o la Rosemary de "La semilla del Diablo". Después de todo, la odisea de Wladyslaw Szpilman, que observa la guerra como un voyeur (son frecuentes las secuencias en las que, encerrado en un piso, contempla la destrucción del mundo que había conocido a través de una ventana o el ojo de una cerradura) contemplaría la película de su muerte futura, es idéntica a la odisea del Trelkovsky de "El quimérico inquilino", que no casualmente encarnaba el propio Polanski. "El pianista" no solo es el ajuste de cuentas del autor de "Chinatown" con la ocupación nazi y la persecución judía, sino también, y sobre todo, la historia de la difícil supervivencia del hombre contemporáneo en una sociedad cruel y esencialmente malvada. Lo que resulta más conmovedor es que, a estas alturas, Polanski siga creyendo que el arte es el único lenguaje que puede aniquilar las diferencias entre enemigos. El arte es el gran protagonista de esta película a la vez épica e intimista, tan desoladora y luminosa como la vida misma. (Sergi Sánchez: Fotogramas)
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