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domingo, 26 de febrero de 2012

Bowling for Columbine



TÍTULO ORIGINAL Bowling for Columbine

AÑO 2002

PAÍS Estados Unidos

DIRECTOR Michael Moore

PRODUCTORA Dog Eat Dog Films / Alliance Atlantis Communications

GUIÓN Michael Moore

FOTOGRAFÍA Brian Danitz, Ed Kukla, Michael McDonough

MÚSICA Jeff Gibbs

DURACIÓN 120 min.

INTÉRPRETES Mike Bradley, Arthur A. Busch, Michael Caldwell, Richard Castaldo, Dick Clark, Mike Epstein, Denny Fennell, Barry Glassner, Dick Herlan, Charlton Heston, Jimmie Hughes, Dick Hurlin, Amanda Lamante, Mary Lorenz, Marilyn Manson, Tom Mauser, Evan McCollum, Michael Moore, James Nichols, Robert J. Pickell, Nicole Schlief, Matt Stone, Mark Taylor

SINOPSIS ¿Por qué 11.000 personas mueren cada año en Estados Unidos víctimas de armas de fuego? ¿Es tan diferente Estados Unidos de otros países? ¿Por qué Estados Unidos se ha convertido en autor y víctima de tanta violencia? Michael Moore, el autor más polémico de nuestros días, plantea una reflexión sobre la cultura estadounidense de las armas de fuego y sus efectos. Una apasionante radiografía de ambiente social, motivos políticos e intereses empresariales. Su punto de partida: la famosa tragedia de la escuela de Littleton donde el 20 de abril de 1999, 12 alumnos fueron asesinados a sangre fría por dos de sus compañeros. Su técnica: la encuesta sobre el terreno a través de la confrontación directa de testigos y víctimas. Su fuerza: un método de entrevista infalible, con aires de inocencia pero sutilmente inquisidor.

PREMIOS Oscar 2002: Mejor documental
César 2002: Mejor Película Extranjera
National Board Of Review 2002: Mejor documental
Toronto 2002: Mejor documental

VALORACIÓN 8,75 (Grandes películas)


El material gráfico de esta película es de sus respectivos propietarios, distribuidora y productora.

2 comentarios:

  1. Sin miedo al maniqueísmo

    Lo primero que habría que advertir al espectador inquieto que no quiera pasar la oportunidad de perderse el primer documental que ha participado en la sección competitiva del Festival de Cannes en 46 años y que además hizo que se creara un Premio del 55 Aniversario sólo para él (pues no encajaba dentro de ninguna de las categorías de premios oficiales), es que “Bowling for Columbine”, además de ser un documento sobre la cultura de las armas y la locura de asesinatos que hace estragos en América como se nos ha vendido, es, y de manera mucho más importante, una reflexión sobre el tema hecha desde su mismo corazón, o sea, desde el norteamericano medio. Esto que podría parecer una apreciación baladí, no lo es en absoluto, pues implica que la historia va a estar contada (y además de manera evidente al aparecer su director constantemente en pantalla) desde la visión de Michael Moore, un estadounidense medio (con todas las virtudes y defectos que se le suele achacar a este pueblo) nacido en Flint (Michigan), en el mismo epicentro de la violencia y la locura por las armas de este país, que se comporta, actúa (mejor dicho sobreactúa) y analiza las cosas en un modo genuinamente americano. Que nadie espere encontrarse aquí una reflexión sesuda y con tendencias objetivas salida de la cabeza de algún intelectual de la vieja Europa o de los propios Estados Unidos. Éste no es un film de Ken Loach (aunque contenga muchas de sus tendencias maniqueístas, aquí más justificadas que nunca), ni mucho menos es “Los lunes al sol”; no hay sentido de la media en este trabajo ni lugar para las verdades poéticas, aquí las cosas sí son blancas o negras, y por mucho que uno pudiera pensar que esto debería de ir en contra de la credibilidad del film, nada más lejos de la realidad. El maniqueísmo evidente que destila le convierte precisamente en la visión más justificada, más directa, certera y brutal que probablemente se haya hecho nunca sobre la mayor potencia mundial y sobre su misma historia y esencia, a la búsqueda de la respuesta que explique la locura de este pueblo por armarse ante la defensa de un enemigo invisible que teóricamente siempre ha estado ahí.

    (...)

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  2. (...)

    La disección que lleva a cabo en sus dos horas de duración sobre los motivos políticos, los intereses empresariales, el ambiente social y vital que emerge de la cotidianeidad del norteamericano medio, las comparaciones claras con realidades idénticas que se viven en otros países que no llevan a los mismos resultados que allí o la diferencia entre la historia oficial de Estados Unidos y la verdadera (y para muchos ciudadanos de aquel país desconocida), llevan a que más allá del valor de este trabajo como obra cinematográfica, se encuentre una aun más importante labor social y pedagógica en lo logrado por Moore. Apostando siempre por la honestidad y por una cierta ingenuidad y positivismo inherente en muchos ciudadanos de ese país (véase el triunfo enfático de la pequeña victoria conseguida sobre una cadena comercial que apoyaba la venta de munición al por mayor), comienza por radiografiar un estado de ánimo y unas inquietudes que nacen del lugar donde se llevó a cabo una de las matanzas escolares más recordadas de la historia reciente de Estados Unidos, así como el brutal asesinato de una niña de 6 años a manos de un niño de su misma edad que portaba un arma de fuego, para ir extendiendo su radio de acción hacia todo el país y sus vecinos (polémica pero imprescindible resulta su visita a Canadá, donde su estupor de estadounidense temeroso que no puede creer lo que ven sus ojos destila verismo), sin dejar de acusar con pruebas rotundas a todos los estamentos, acabando por concentrar todas las claves del film en la figura que mejor representa al “malo” ahora mismo en Estados Unidos (amén de George Bush): Charlton Heston, el inefable presidente de la Asociación Nacional del Rifle, con cuya entrevista (lo más grande de esta cinta, junto con la que también se realiza a Marilyn Manson) concluye el film de manera sobrecogedora, articulando una respuesta sincera y dura de tragar: el estadounidense tiene miedo porque este miedo se le inculca desde todas las direcciones para hacerle vulnerable y una persona vulnerable es más manipulable con vistas al consumo. Tan sencillo y tan brutal como eso. Disfruten de la lección.

    Calificación: 9.5

    (Diego Vázquez: LaButaca.net)

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