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martes, 1 de marzo de 2011

Cisne negro



TÍTULO ORIGINAL Black Swan

AÑO 2010

PAÍS Estados Unidos

DIRECTOR Darren Aronofsky

PRODUCTORA Fox Searchlight Pictures

GUIÓN John McLaughlin, Mark Heyman

FOTOGRAFÍA Matthew Libatique

MÚSICA Clint Mansell

DURACIÓN 103 min.

INTÉRPRETES Natalie Portman, Mila Kunis, Vincent Cassel, Winona Ryder, Barbara Hershey, Christopher Gartin, Sebastian Stan

SINOPSIS CISNE NEGRO narra la historia de Nina (Natalie Portman), una bailarina de una compañía de ballet de Nueva York cuya vida está completamente absorbida por la danza. Cuando el director artístico Thomas Leroy (Vincent Cassel) decide sustituir a la prima ballerina Beth Macintyre (Winona Ryder) para la obra "El lago de los cisnes", Nina es su primera elección. Pero Nina tiene competencia: una nueva bailarina, Lily (Kunis), que también ha impresionado a Leroy. Mientras la rivalidad entre las dos jóvenes bailarinas va transformándose en algo más que una encrespada relación, Nina empieza a conectar con su lado más oscuro, con una temeridad tal que amenaza destruirla.

PREMIOS Oscar 2010: Mejor Actriz (Natalie Portman)
Globo de Oro 2010: Mejor Actriz (Portman)
BAFTA 2010: Mejor Actriz (Portman)
Festival de Venecia 2010: Mejor actriz o actor joven (Mila Kunis)
4 Independent Spirit Awards 2010: mejor película, director, actriz (Portman) y fotografía

VALORACIÓN 9 (Grandes películas)


El material gráfico de esta película es de sus respectivos propietarios, distribuidora y productora.

1 comentario:

  1. Camino de perfección

    Las articulaciones del pie de una bailarina crujen con el estruendo de las placas tectónicas en una de las poderosas imágenes que abren la última película de Darren Aronofsky: un plano detalle que transforma el cuerpo de Natalie Portman en inesperado escenario de una película de catástrofes.

    Como ya hiciera en la precedente El luchador, el cineasta se apropia del cuerpo de su protagonista para convertirlo en cordero sacrificial, objeto condenado a la extenuación expresiva a lo largo de un tour de force formal que antepone, aquí, la estilización high class a esa falsificación de una crudeza visceral que caracterizaba a la película anterior. Sería, no obstante, un error descifrar Cisne negro tan solo a la luz de El luchador: el cineasta parece haber logrado aquí la síntesis perfecta de su poética, pues, más allá de esa exploración del cine como prolongación del body art, su película propone una inmersión, sin asideros, en las profundidades de una subjetividad fracturada, prolongando las propuestas de Pi (1998) y Réquiem por un sueño (2000).

    Cisne negro cuenta una historia aparentemente sencilla, pero, tras cada una de sus imágenes y sus sonidos -en el cine de Aronofsky ni un ínfimo grano de celuloide es inocente-, se oculta un sofisticado dispositivo formal que amplifica el alcance de sus transparentes metáforas. El director juega con imágenes -los ecos del rostro de la Portman- y sonidos -el batir de las alas de un cisne- casi subliminales para colocar al espectador en el centro mismo del laberinto interior de Nina, la bailarina que abraza su lado oscuro, desborda su sexualidad reprimida y asume su autodestrucción en su demoledor camino a la perfección.

    Es inevitable mencionar Las zapatillas rojas (1948) como gran referente, pero, en este juego a la vez culterano y efectista que no renuncia a evocar Repulsión (1965), Lo importante es amar (1975), Carrie (1976), Perfect Blue (1998) e incluso Showgirls (1995), quizá lo más sorprendente sea su reivindicación del formalismo grandguignolesco del giallo: Cisne negro, que lanza no pocos guiños a la trilogía de Las tres madres de Argento, sería, en suma, la perfecta hermana aristocrática de su Terror en la ópera (1987). El clímax final conquista la grandeza de lo inefable: una apoteosis de cine puro, que de ningún modo puede (ni, por supuesto, merece) ser reducida a palabras.

    (Jordi Costa: El País)

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