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sábado, 23 de febrero de 2013
Django desencadenado
TÍTULO ORIGINAL Django Unchained
AÑO 2012
PAÍS Estados Unidos
DIRECTOR Quentin Tarantino
PRODUCTORA Sony Pictures / The Weinstein Company
GUIÓN Quentin Tarantino
FOTOGRAFÍA Robert Richardson
MÚSICA Varios
DURACIÓN 165 min.
INTÉRPRETES Jamie Foxx, Christoph Waltz, Leonardo DiCaprio, Kerry Washington, Samuel L. Jackson, Don Johnson, Walton Goggins, James Remar, Dennis Christopher, Michael Parks, Bruce Dern, Franco Nero, Nichole Galicia, Jonah Hill, Tom Savini, M.C. Gainey, RZA, Todd Allen, James Russo, Tom Wopat, Misty Upham, Gerald McRaney, Cooper Huckabee, Laura Cayouette, Amber Tamblyn, David Steen, Zoe Bell, Michael Bowen, Robert Carradine, Quentin Tarantino
SINOPSIS Dos años antes de estallar la Guerra Civil Americana (1861-1865), King Schultz (Christoph Waltz), un cazarrecompensas alemán que le sigue la pista a unos asesinos, le promete al esclavo de color Django (Jamie Foxx) dejarlo en libertad si le ayuda a atraparlos. Terminado con éxito el trabajo, Django prefiere seguir al lado del alemán y ayudarle a capturar a los delincuentes más buscados del Sur. Se convierte así en un experto cazador de recompensas, pero su único objetivo es rescatar a su esposa Broomhilda (Kerry Washington), a la que perdió por culpa del tráfico de esclavos. La búsqueda llevará a Django y a Schultz hasta Calvin Candie (Leonardo DiCaprio), el malvado propietario de la plantación "Candyland".
PREMIOS 2 Oscars 2012: Mejor guión original y actor secundario (Waltz)
2 Globos de Oro 2012: Mejor guión y actor secundario (Waltz)
Critics Choice Awards 2012: Mejor guión original
2 Premios BAFTA 2012: Mejor guión y actor secundario (Waltz)
National Board of Review (NBR) 2012: 10 mejores films y mejor actor sec. (DiCaprio)
American Film Institute 2012: Top 10 - Mejores películas del año
Premios David di Donatello 2012: Mejor película extranjera
VALORACIÓN 9 (Grandes películas)
El material gráfico de esta película es de sus respectivos propietarios, distribuidora y productora.
Etiquetas:
201x,
9,
Django Unchained,
Quentin Tarantino
Ubicación:
12200 Onda, Castellón, España
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Reciclaje Tarantino
ResponderEliminarEn obra de Quentin Tarantino se impone recoger materiales no considerados como productos de alta calidad, y convertirlos en verdadero arte
Tras 20 años de carrera y ocho largos, en la obra de Quentin Tarantino se impone una palabra clave: reciclaje. O cómo recoger materiales no considerados como productos de alta calidad, aunque sí hitos de la cultura popular (o basura), y, previo paso por una concepción del cine en la que lo visual, lo musical y lo visceral se dan la mano en un conglomerado que atrapa lo puramente emocional, convertirlos en verdadero arte. Así, nunca el blaxpoitation, el kung-fu o el grindhouse lucieron tan estilizados como en Jackie Brown, Kill Bill o Death proof. Una operación que repite ahora con el spaghetti western y la torrencial Django desencadenado, título heredado de una película de Sergio Corbucci de 1966, de la que apenas recoge el tema central de su banda sonora y la inspiración para un desternillante gag sobre el Ku-Klux-Klan.
Ritmo, ingenio, banda sonora, ironía, tempo a la hora de graduar los diálogos y aderezos cómicos (¡esa carreta de dentista con la muela ondulante!) se unen en las extraordinarias dos primeras secuencias de Django desencadenado, portentos de violencia barriobajera y de insólita desvergüenza cómica que, como la secuencia inicial de Malditos bastardos, pasarán a la historia como parte de lo mejor del cine de Tarantino. Eso sí, a partir de ahí, y como le viene ocurriendo en sus últimos trabajos (no en los dos primeros, Reservoir dogs y Pulp fiction, deslumbrantes, perfectos), a Tarantino le puede un tanto la desmesura. Quizá como metáfora de esos disparos de las Smith & Wesson del siglo XIX que resquebrajan cuerpos como bazocas del XXI, las dos horas y 45 minutos de duración se antojan excesivas. Lo que unido al equivocado trazado del personaje de Samuel L. Jackson (un fantoche paródico en medio de una farsa grotesca, lo que no es lo mismo), provoca que se rebajen un tanto las prestaciones de un, por otra parte, festín visual de primera magnitud.
(Javier Ocaña: El País)